Mi alma canta
canta la grandeza del Señor
y mi espiritu
se estremece de gozo en Dios,
mi Salvador.

Porque mirò con bondad
la pequeñez de su servidora,
en adelante todas las gentes
me llamaràn feliz,
me llamaràn feliz,
me llamaràn feliz!

Derribò del trono
a los poderosos
y elevò a los humildes,
colmò de bienes
a los hambrientos
y despidiò a los ricos
con las manos vacìas.

Mi alma canta
la grandeza del Señor
y mi espiritu
se estremece de gozo
en Dios, mi Salvador.

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